sábado, 23 de enero de 2010

soledad

La sentencia del encierro de tus muros invisibles
me trastorna y desfigura hasta la mínima percepción de la realidad apuñalante
y me pone en un espacio sin tiempo, en la sordera de una vacuidad desgarradora
en la más honda pasividad existencial, y respiro y sobrevivo ya no por el aire, sino por el hedor que sale de mi alma corrompida por tu abandono...

Para Alejandra, ese rostro que va desfigurándose cada vez más en mis recuerdos...

domingo, 17 de enero de 2010

La desdicha y el desconsuelo envuelto en un halo de luminosidad divina
en un aire cargado de olor a rosas y jazmines
en un palpar sagrado y divino
se torna en tranqulidad, en compañia, llevada de la mano por lo cortesano
envuelto en lujuria cargada de sudor y de deseos...